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Cada 27 de septiembre es el Día Mundial del Turismo y Catalina Flaño, cofundadora de Bahari, quiso dejar una reflexión con respecto a esta fecha, cómo se está desarrollando la industria nacional y cuáles son los desafíos para proteger nuestro planeta a través de un turismo sostenible.


El ABC del turismo en Chile

Todos amamos conocer lugares hermosos, viajar a nuevos destinos fascinantes y empaparnos de nuevas experiencias. Es decir, a muchos nos encanta turistear.

Lo que muchos no saben, es que el turismo no solo nos permite disfrutar de esa vivencia, sino que es también la industria con mayor democratización de emprendimiento, donde el 85% son micro empresas y 12,5% son pymes.

Es curioso que, siendo Chile un país con tan variados paisajes con grandes reconocimientos como El mejor destino mundial de turismo aventura y Mejor Destino Verde de los World Travel Awards entre varios otros, aún no nos creamos el cuento.


¿Ya, pero… qué tiene de especial Chile?

Pongámoslo así: Chile es como el Picasso de los paisajes. Tenemos de todo.

Si ponemos una franja larga con el calor del norte y el frío del sur, abrazada entre la cordillera de los Andes desde el este y por la corriente de Humboldt desde el oeste, el resultado que tendremos es una cantidad enorme de paisajes con una increíble variedad: desde el desierto árido con montañas escritas y piedras llenas de fósiles prehistóricos, momias Chinchorro y geoglifos, hasta los fiordos de la Patagonia, los impresionantes glaciares de hielo milenario y los relatos perdidos de todos los navegantes que han osado cruzar el estrecho de Magallanes.

El mundo nos premia y dice a gritos que tenemos potencial, pero todavía preferimos poner nuestras fichas en industrias extractivas que van mermando cada día más los paisajes que tanto nos celebran.


Entonces, ¿por qué el turismo no es una prioridad?

La directora ejecutiva de Oceana, Liesbeth van der Meer, lo dijo muy claro en relación al emblemático ejemplo del caso Dominga: «No podemos dejar que el desarrollo del país siga cimentándose en el corto plazo, a costa del medio ambiente es algo contraproducente cuyos efectos ya hemos visto en las zonas de sacrificio a lo largo del país, donde el perjuicio es irreversible y ha causado la pérdida de empleos derivados de actividades como la pesca, el turismo y ha dañado a la salud humana producto de la contaminación generada por la industrialización de áreas que fueron altamente productivas. Hipotecar el futuro de algunas comunidades para privilegiar a otras no es la opción».

Aquí quisiera hacer hincapié en una palabra que es clave: Hipotecar. Porque todos sabemos que la industria extractiva efectivamente genera riquezas —en el corto y a veces mediano plazo—. La disyuntiva está en que, al optar por esa priorización del corto plazo, estamos sacrificando la posibilidad de cosechar frutos más sostenibles en el largo plazo.

Y es que claro, hacer de un lugar un destino es harto más complejo que instalar una industria. No tiene que ver con que una opción sea absolutamente mejor que la otra, sino con qué es lo que se está poniendo en la balanza a la hora de decidir. Y hoy las autoridades se siguen inclinando a hipotecar el futuro con la promesa de generar desarrollo y dar empleo en el presente.

A fin de cuentas, es un tema de decisiones. Dónde decidimos como país poner nuestras fichas. Y no solo las fichas de las autoridades, sino también nuestras fichas como habitantes.

catalina flaño turismo costas de chile

El ciclo del turismo

Si bien las autoridades y los casos particulares tienen cierto peso en las decisiones y en el futuro de nuestros paisajes; nosotros/as, las personas que disfrutamos de ellos, también tenemos formas de contribuir de las que muchas veces no somos tan conscientes. La mayoría de nosotros pensamos que una manera importante de aportar al cuidado de nuestro medio ambiente es evitando la contaminación, reciclando y reutilizando. Esto es incuestionablemente cierto, pero no es lo único y con certeza, no es suficiente.

Nuestro equipo ha dedicado el último año y medio a intentar descifrar de qué manera podemos contribuir más a cuidar nuestro entorno y en particular los paisajes con agua dulce y salada. En este recorrido nos hemos dado cuenta que, para que el turismo florezca como una posibilidad de desarrollo sostenible, necesitamos cultivarlo desde el emprendedor hasta el viajero.

Nuestra gran apuesta es que, en la medida que los hermosos lugares que tenemos se puedan desarrollar como destinos turísticos sostenibles, podrán generar ingresos que sustenten a las comunidades que los protegen y cada vez nos veremos menos tentados a optar por alternativas extractivas que derivan en zonas de sacrificio.


Así nació Bahari

Creamos Bahari para visibilizar a los anfitriones locales que organizan actividades turísticas y acuáticas a lo largo de nuestro país, y que de esa manera tú puedas encontrar cientos de posibilidades que existen para conectarte con el mar y contribuir a esta causa.

Básicamente, nuestro objetivo es lograr que tú te conectes con la naturaleza y a la vez generes un impacto positivo en tu entorno por medio del disfrute de experiencias.

¿Te suena?

Queremos ver el turismo más allá que solo la industria de los viajeros. Queremos que el turismo sea la industria que protege nuestro entorno, y cultiva los lugares tanto para locales como viajeros. Transformar el turismo en la industria de la conexión, la industria del encuentro: con otros, contigo mismo, con la naturaleza.

La apuesta es ambiciosa y el desafío gigantesco. La pregunta que nos hacemos para seguir empujando es siempre la misma: ¿Qué respuesta queremos darle a quienes vendrán después de nosotros cuando pregunten qué hicimos para cuidar este tesoro?



Catalina Flaño

Cofundadora de Bahari. Dedicada a transformar la forma en que nos relacionamos con el océano y promover el turismo como alternativa de desarrollo sostenible para las zonas costeras de Chile. Emprendedora, buza, psicóloga y Ms. en psicología de las organizaciones.